El aire es uno de los cuatro elementos clásicos junto con el agua, la tierra y el fuego en la filosofía griega antigua y en la alquimia occidental. El aire fue uno de los muchos archai propuestos por los presocráticos, la mayoría de los cuales intentaron reducir todas las cosas a una sola sustancia. Sin embargo, Empédocles de Acragas (c. 495-c. 435 a. C.) seleccionó cuatro archai para sus cuatro raíces: aire, fuego, agua y tierra. Las opiniones antiguas y modernas difieren en cuanto a si identificó el aire con el nombre divino Hera, Aidoneus o incluso Zeus. Las raíces de Empédocles se convirtieron en los cuatro elementos clásicos de la filosofía griega.[5] Platón (427-347 a. C.) se hizo cargo de esos cuatro elementos.
Según Platón, se asocia con el octaedro; el aire se considera caliente y húmedo. Los antiguos griegos usaban dos palabras para el aire: aer significaba la tenue atmósfera inferior y aether significaba la brillante atmósfera superior sobre las nubes.[1] Platón, por ejemplo, escribe que “Así es con el aire: existe la variedad más brillante que llamamos éter, la más turbia que llamamos niebla y oscuridad, y otras clases para las que no tenemos nombre…”
El alumno de Platón, Aristóteles (384-322 a. C.), desarrolló una explicación diferente para los elementos basada en pares de cualidades. Los cuatro elementos estaban dispuestos concéntricamente alrededor del centro del universo para formar la esfera sublunar. Según Aristóteles, el aire es a la vez caliente y húmedo y ocupa un lugar entre el fuego y el agua entre las esferas elementales. Aristóteles separó definitivamente el aire del éter. Para él, el éter era una sustancia inmutable, casi divina, que se encontraba solo en los cielos, donde formaba esferas celestiales.[7]
El Tercer especial del olvidado elemento Griego del aire
En este tercer volumen nos concentramos en el lado experimental y electrónico del aire. Y puedo decir que no va a ser una escucha fácil, aunque el que se atreva a penetrar lo impenetrable se va a llevar un premio de valor incalculable. El primer cuarteto se antoja difícil y abstracto con los clásicos del programa Autechre abriendo con su IDM algorítmico. Les siguen Coil y su industrial auténtico, las paranoias de Jussi Lehtisalo y su proyecto de electrónica demente Ektroverde. Y para completar este inicio lunático, los maestros del Krautrock Faust con una entrega de su más reciente producción y el Drone-Ambient de los Final de Justin Broadrick. A partir de ahí todo comienza a tranquilizarse con el genial Jon Hopkins, el sonido más digerible de Mux Mool y las locuras (atemperadas) de Pan Sonic. Y en medio, locuras de todo tipo, que esperemos os animéis a descubrir.
Tracks:
[7:06] 01. Autechre – shimripl air
[5:24] 02. Coil – Blood From The Air
[10:10] 03. Ektroverde – Thin Air
[17:31] 04. Faust – Fresh Air
[7:16] 05. Final – Inanimatete Air
[5:30] 06. Jon Hopkins – Breathe This Air
[3:58] 07. Marcos Cabral – Secret Air
[4:16] 08. Mux Mool – Air Justins (Digital Bonus)
[3:22] 09. Odd Nosdam – Air Up
[9:38] 10. Pan Sonic – Ilma / Air
[12:15] 11. Plaid – Air Locked
[4:16] 12. Portishead – Mourning Air
[3:09] 13. Popnoname – Deutz Air
[8:43] 14. Saafi Brothers – On Air
[6:25] 15. Scorn – Drowning In Air
[7:23] 16. Chemical Brothers – Surface To Air
Descarga – Deskargatu | Escúchalo en Archive – Entzun Archiven
Escucha más programas de El Desenterrador en Irola Irratia