Con este otoño tan gris que estamos teniendo la elección para el programa de hoy es perfecta. Un especial sobre un estilo musical en el que el Desenterrador se refugió tras la debacle del metal tradicional en los años 90. Tras el efecto boomerang del triunfo del “rock alternativo/grunge” protagonizado por bandas como Nirvana o Pearl Jam, las discográficas se lanzaron como aves rapaces a todo lo que oliera a distorsión, ruido y oscuridad.
En el camino se encontraron con géneros que estaban naciendo como el Death Metal, géneros que llegaron a su punto álgido en distintos puntos de la década de los 80 como el Heavy y el Thrash Metal y aves raras como el Doom Metal que negaba evolución alguna y seguía las pautas establecidas por Black Sabbath en los 70 o el Black Metal, que encontró un camino hacia lo popular a través de la música sinfónica. Intentaron fagocitarlos a todos, en la creencia de que una vez sometidos al control del mainstream, suavizarían sus propuestas y pasarían por el aro.
La Debacle el Metal en los 90
El resultado, un absoluto desastre. Las bandas de Thrash adaptaron su sonido a las tendencias de la década como un pulpo en un garaje. Metallica, Megadeth y muchos otros destruyeron su credibilidad en pos de la aceptación general con discos que deberían estar prohibidos de lo malos que son. Las de Heavy Metal, más antiguas y menos evolucionadas chocaron de lleno con la década y tras una entrada más o menos triunfal (Painkiller de Judas Priest) se dieron de bruces y sacaron discos olvidables que condenaron al metal de toda la vida al olvido más absoluto. Y las de Death Metal dispararon a todos lados, metiendo Groove y suavizándose inicialmente para dar paso el Brutal Death Metal como respuesta virulenta al intento de normalizar un género underground. El Black siguió dos caminos bien distintos, seguir fiel al estilo Lo-fi y no cambiar un ápice como Darkthrone (aunque luego retrocedieran más allá de su propio nacimiento) o Dimmu Borgir, que se sinfonizó hasta perder por ejemplo la identidad y convertirse en una parodia.
Tras el desastre
De toda la debacle salió reforzado el Crossover, ese no-género que se caracteriza por combinar estilos músicales más o menos afines. El Metalcore, el Rap Metal y el Groove Metal (Pantera) entre otros . Por desgracia, ahí seguían las grandes discográficas desesperadas por rascar algo después de lo mal que les salió fichar a bandas como Morbid Angel o Helmet, en la creencia de que podrían saber qué hacer con ellas. Y de ahí salió el gran aborto musical que es el bien llamado Chandal Metal, Metal 2000, o más universalmente conocido como el Nu-metal. Un cocktail de Hiphop, Groove Metal con dosis mayores o menores de otros subestilos. Korn, Limp Bizkit o Linkin Park encontraron la manera de entrar en el Mainstream y generar una escena que quitaba toda la oscuridad y tenebrosidad del Metal en favor de una mezcla terrible entre Gangsta Rap y Emo de pega. Aún así unas cuantas consiguieron conservar la dignidad a pesar de abrazar la exposición a las grandes ligas como Slipknot.
Del caos surge la esperanza: El Post Metal
Por suerte, una serie de bandas cogieron el testigo del Crossover y decidieron que la única posibilidad de salvar el Heavy Metal es si se combinaba su agresividad y violencia de una manera orgánica con al delicadeza el ambient, la versatilidad del Free Jazz, la profundidad espiritual del Folk o el cuidado por la textura y la atmósfera del Post Rock y el Shoegazing. Nació el Post Metal. Sin llegar a ser tan rupturista como el Postpunk, su llegada prolongó la vigencia del metal durante dos décadas más.
Así que repasaremos la historia del género recordando momentos esenciales en la historia del mismo e intentando explicar su evolución y parcial aceptación en el mundo de la música pesada. En el programa de hoy mostramos los ejemplos más básicos e intentamos explicar las raíces y bases del género. Neurosis, Godflesh, Isis, Pelican, Boris o Rollins Band serán entre otras las protagonistas de hoy.
El post-metal es un estilo de música que tiene sus raíces en el heavy metal, pero explora enfoques más allá de las convenciones del género. Surgió en la década de 1990 a través del trabajo de bandas como Neurosis (Takeahnase – Souls At Zero) y Godflesh (Mothra – Pure), quienes transformaron la textura del metal a través de la composición experimental. Asociado e inspirado en el post-rock y el post-hardcore, el género emplea la oscuridad y la intensidad del metal extremo, pero enfatiza la atmósfera, la emoción e incluso la “revelación”, basándose en una amplia gama de fuentes que incluyen ambiente, ruido, psicodélico y progresivo. y música clásica para desarrollar un sonido expansivo pero introspectivo. Las canciones post-metal son típicamente largas, con estructuras sueltas y en capas que descartan la forma de estribillo-verso a favor de crescendos y temas repetidos. El sonido se centra en guitarras y tambores; cualquier voz suele gritarse o gruñirse y parece un instrumento adicional.
El post-metal está estrechamente relacionado con el metal de vanguardia y también se ha asociado con el sludge metal, el Drone Metal (SunO)) Big Church – Monolith & Dimensions), el metal progresivo y el metal industrial. Los nombres alternativos que se han utilizado para describir el género incluyen art metal [1] y metalgaze, [2] destacando su conexión con la música artística y el shoegazing, respectivamente. El post-metal contemporáneo, iniciado por grupos dispares como Isis (Oceanic – False Light), Agalloch (Not Unlike The Waves), Boris (Giddiness Throne Evil Wave Form), Pelican (Draught – Australasian), Jesu (Silver*) y Wolves in the Throne Room (Two Hunters*), a menudo emplea la extrema pesadez del doom metal, pero también se ha asociado con el shoegazing y el black metal. En particular, la reciente aclamación de la crítica de Deafheaven (Dream House – Sun Bathing), cuya fusión de estos dos géneros ha sido apodada blackgaze, demuestra el creciente éxito de la escena underground post-metal global.
Las bases para el post-metal se establecieron en la década de 1980 y principios de la de 1990 por varios artistas que combinaban sonidos de heavy metal y punk rock con una “sensibilidad de vanguardia”, como los Melvins (Boris particularmente en Bullhead de 1991), [3] The Flying Luttenbachers , Justin Broadrick de Napalm Death y Godflesh, [1] Swans (Our Love Lies – Children Of God, Gore (USA Is Calling – Hart Gore), Last Exit (The Fire Drum – Iron Path), Glenn Branca (Symphny 1 Tonal Plexus Movement 4), Rollins Band (Grip – The End Of Silence 1992) y Fugazi (Repeater – Blueprint 1990). [4] Los álbumes de Helmet Meantime ( Role Model – 1992) y Betty (1994) también fueron significativos, [2] mientras que la música de Tool (Push It Aenima 1996) fue descrita como post-metal ya en 1993. [5] Muchos de estos artistas surgieron de círculos hardcore punk y post-punk, pero su combinación de violencia sónica con experimentación y eclecticismo hizo que fueran difíciles de clasificar en cualquier género. [1]
[7:55] 1. Neurosis – Takeahnase
[4:31] 2. Godflesh – Mothra
[4:19] 3. Red Sparowes – The Soundless Dawn Came Alive as Cities Began to Mark the Horizon.
[9:43] 4. Sunn O))) – Big Church
[7:44] 5. Isis – False Light
[9:16] 6. Agalloch – Not Unlike The Waves
[10:23] 7. Boris – Giddiness Throne/[10:44] . Boris – Evil Wave Form
[9:15] 8. Deafheaven – Dream House
[8:35] 9. The Melvins – Boris
[2:58] 10. The Flying Luttenbachers – Fist Through Glass
[4:31] 11. Swans – Our Love Lies
[4:22] 12. Gore – USA Is Calling
[4:21] 13. Last Exit – The Fire Drum
[10:11] 14. Glenn Branca – Sym. No. 1, Movement 4
[4:51] 15. Rollins Band – Rollins Band – GRIP
[3:53] 16. Fugazi – Blueprint
[3:34] 17. Helmet – Role Model
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