Chile despertó

Iritzi artikulua

Discurso Central en acto político cultural NO+ABUSOS
Parque O’Higgins, 27 de oct. De 2019
Luis Mesina, vocero de la Coordinadora Nacional de Trabajadores No+AFP.

Estimados compañeros y compañeras, amigos y amigas:

Estamos viviendo una época histórica. Al movimiento de evasión contra el alza del pasaje del Metro iniciado por los jóvenes estudiantes, se ha sumado todo un pueblo a lo largo del territorio nacional.

Desde Arica a Magallanes. No existe comuna, aldea o poblado en donde la ciudadanía no esté expresando su disconformidad contra el abuso, la injusticia, la impunidad, la corrupción. Son millones de chilenos y chilenas que corean “Chile despertó”.

“Chile despertó”, es la expresión concreta que sintetiza las diversas demandas de nuestro pueblo, por acabar con un sistema que oprime y abusa sistemáticamente negándonos derechos. Es la expresión, de querer recuperar derechos esenciales que nos permitan vivir con dignidad, para lo cual es fundamental recuperar los derechos básicos arrancados en la dictadura y mercantilizados durante años por todos los gobiernos que le sucedieron, como la salud, la educación, la previsión, la vivienda, el derecho al agua y el derecho a vivir en un ambiente libre de contaminación. Es poner fin de una vez por todas a las zonas de sacrificio a la que se obliga a vivir a nuestro pueblo.

“Chile despertó” representa un clamor porque los derechos humanos sean plenamente respetados. Significa nunca más jóvenes secundarios agredidos sistemáticamente por la policía y criminalizados de manera burda por los agentes del Estado. Implica un nunca más dirigentes sociales asesinados en extrañas circunstancia sin que nunca se sepa quiénes son sus autores. Significa restituir la dignidad y reconocer su condición de nación al pueblo Mapuche, víctima de la militarización permanente que ha cobrado demasiadas vidas humanas, como consecuencia de un Estado indolente, que se niega a alcanzar la verdadera justicia y paz en la zona de la Araucanía.

“Chile despertó” y lo hizo como nunca de Arica a Magallanes, con fuerza, con convicción, con alegría y esperanza, pues descubrimos que somos tantos los hastiados, somos tantos los cansados; pero, también con sentimientos encontrados, la tristeza y el dolor de pagar con 20 seres humanos asesinados por el régimen represivo de Piñera es una pérdida irreparable que el pueblo chileno debe ser capaz de hacer pagar a los responsables, para que la impunidad en nuestro país deje de ser una constante. Las cientos de personas que sufrieron la represión brutal, la vejación, la tortura en los campos de detención hizo recordar los peores tiempos de la dictadura criminal de Pinochet.

Y vale la pena, subrayar, no para remover el dolor de las familias de quienes fueron asesinados durante la semana de movilizaciones, sino que, para no olvidar y hacer justicia. Un pueblo que vive permanentemente otorgando impunidad a los criminales y delincuentes, es un pueblo al que se le hace más difícil encontrar la paz y la justicia.

Para todos los caídos en estas semanas nuestros respetos y reconocimientos. Nuestro compromiso con ellos es seguir luchando para que su muerte no sea en vano.

El despertar del “Chile se cansó” no es una alegoría a la unidad y a la paz como ha pretendido instalar descaradamente el gobierno y la prensa obsecuente. No es como ha dicho Piñera y algunos dirigentes de la vieja política un llamado a la “unidad nacional”. Tampoco, estas gigantescas movilizaciones cuya expresión más evidente fue la del día viernes, buscan alcanzar un arreglo “por arriba”, a la vieja usanza, entre “cuatro paredes”, entre “gallos y medianoche”. El cansancio de la sociedad es también, el cansancio contra los arreglos espurios a espaldas de la ciudadanía. Si queremos de verdad unidad nacional, primero, restituyamos los derechos fundamentales a las personas, de lo contrario, todo será más de lo mismo.

Para los millones que se han movilizado, resulta un insulto, una provocación que quienes han sido los artífices de este fracasado modelo pretendan darnos recetas. Hoy está en crisis la política de focalización del subsidio. Es eso lo que hay que terminar ahora. Continuar con la transferencia de recursos públicos para financiar negocios inmorales que han creado ”industrias” privadas en la salud, en las pensiones, en la educación, en el “transporte público”, en el negocio del agua y en los subsidios al arriendo que promueve un sistema indecente a las viviendas. Chile necesita de un Estado responsable que garantice derechos fundamentales a todos los habitantes de este territorio.
A todos y a todas.

Desde el movimiento social, desde las organizaciones sindicales no renunciaremos al rol que nos asiste en tanto representantes de una parte importante de nuestro país, y, en tal sentido rechazamos el intento del gobierno y de sectores de la oposición de arrogarse la comprensión del fenómeno político que ha estallado en estas semanas, intentando construir un acuerdo nacional llevado adelante por los mismos de siempre. En tal sentido, creemos fundamental, avanzar hacia un cambio de la Constitución Política, cambio que necesariamente debe ser efectuado mediante una Asamblea Constituyente que ha comenzado con los cabildos que se realizan autónomamente del poder, permitiendo la más amplia deliberación de quienes conforman nuestro territorio nacional y que son expresión del cambio multicultural abierto con la fuerte presencia de población migrante que requiere, para la nueva conformación social, un debate sin prejuicios y sin censuras impuestas por el Estado.

“Chile despertó” y es responsabilidad de todos nosotros y nosotras que no nos den un somnífero como tantas veces ha ocurrido. El gobierno, ex jerarcas de la concertación, los grandes medios de comunicación están preparando su estrategia. Buscan una salida a esta crisis por arriba, despreciando y desdeñando a los millones que nos hemos movilizado. La crisis política y económica no es menor. Puede agravarse si este gobierno persiste en llevar adelante las mismas políticas fracasadas en estos años.

Si nos detenemos, si bajamos los brazos, de poco habrá servido todo este esfuerzo y el esfuerzo de los veinte compañeros que pagaron con su vida este despertar. Necesitamos con urgencia levantar una agenda inmediata de Derechos Fundamentales. Una asamblea constituyente para garantizar el derecho a la Seguridad Social, que acabe con el negocio de las AFP y de las Isapres. Nunca más salud y pensiones para ricos y salud para pobres. Una Asamblea Constituyente para recuperar la Educación Pública, la vivienda digna, el respeto integro a los derechos de los trabajadores a negociación colectiva ramal. Una Asamblea Constituyente que reconozca la diversidad de nuestro territorio y respete la autodeterminación de los pueblos que exigen autonomía. Una Asamblea Constituyente para diseñar entre todos y todas el país que queremos, sin imposiciones, sin restricciones, respetando las diversidades, respetando el ecosistema y avanzando hacia formas de mayor justicia y libertad que nos permitan alcanzar la felicidad negada por años por este cruel sistema económico que privilegia a unos pocos en desmedro de las mayorías.

Esta semana, a parar a Piñera. Mientras el pueblo esta en las calles intenta llevar adelante una agenda legislativa llena de contrabandos que atacan los derechos de las personas. A rechazar el intento de consolidar mediante una reforma el sistema fracasado de las AFP. A impedir y rechazar todas las reformas que pretenden consolidar el actual modelo que los millones de personas salimos a cuestionar.

Llamamos a los congresistas a definirse, o están con el pueblo que exige restituir derechos, o están por seguir manteniendo el actual sistema fracasado. Ha llegado la hora que se pongan claramente del lado de los que luchan por hacer de Chile un país más justo, más inclusivo y verdaderamente democrático.

Por todo ello a seguir luchando porque nos merecemos un país más justo, más libre de concepciones mercantiles y porque tenemos legítimo derecho a ser verdaderamente felices.

Por ellos no descansaremos. Llamamos a permanecer alertas. A no bajar los brazos. Hemos resuelto que los tres días de esta semana corta sean intensos en movilización: Reforzando a partir del día lunes los cabildos territoriales, mantener las protestas en todas las plazas públicas. A desarrollar asambleas sindicales para debatir el escenario actual y, terminar la semana con el llamado a paralización de los trabajadores para el día miércoles 30 de octubre.

Porque nos cansamos, nos unimos. Arriba los que luchan

Santiago, 27 de octubre de 2019