La Soberanía Alimentaria a debate. 13 de junio, a partir de las 19.30h en Karmela

Deialdiak-Convocatorias

Tras la violenta transformación en la industria alimentaria de los últimos 50 años, la situación social en torno al “problema del hambre” se ha modificado poco y nada. En los 60s y 70s se desarrolló brutalmente la agroindustria junto con la introducción de los combustibles fósiles en forma de pesticidas y fertilizantes, supuestamente con la intención de dar respuesta al hambre mundial.

Hoy, nuevamente el Capital y los Estados intentan seducirnos con la misma premisa, solo que esta vez las herramientas que utiliza y continuará profundizando son aun mas terroríficas: los organismos genéticamente modificados.

Frente a este paradigma de la seguridad alimentaria, han surgido una serie de alternativas que cuestionan la hipertecnificación, el monocultivo, y las tendencias de la globalización alimentaria. Términos como “comercio justo”, “cadenas de consumo corto”, “agricultura orgánica” ya se han vuelto de uso cotidiano. Pero lo que se suponía era una alternativa, termina instalándose como una forma de producción y consumo completementaria.

Los cultivos orgánicos, lejos de ser el punto inicial de un cambio en la dirección de la agricultura, se piensan como posibilidad de alimentar a un mercado Premium de exportación de productos con alto valor agregado y dirigido a consumidores de élite. De esta manera cuadran en las estrategias conjuntas de Estados y empresas.

Aún en la medida en que se trabaje para abandonar el modelo biotecnológico, la persistencia de la idea de la agricultura como fuente de riqueza, al producir cultivos como bienes de cambio y no de alimento, choca con el concepto de una agricultura de subsistencia en relación equilibrada con el mundo natural no-humano. Subsistencia que adquiere sentido en función de un vivir y convivir, fuera de la idea de mercado y producción de mercancías.