Irrati Askea Bilbotik
La conexión entre postpunk, postrock y shoegazing
Pocos estilos han conseguido dar la vuelta a lo establecido con algo original y nuevo en los últimos 30 años, por ello y en nombre de la filosofía máxima del programa, los vamos a desenterrrar, aunque sea someramente. Esto requerirá de varios especiales. Bandas como Echo & The Bunnymen, The Chameleons, Mogwai, Slint, Ride o Slowdive tendrán cabida en un especial en el que la melodía y la atmósfera son lo más importante.
Y como con John Peel, es difícil abarcar todo el espectro que un estilo como el shoegazing, aparentemente breve en su existencia y olvidable en su importancia abarca. Por ello, este sábado habrá un cuarto especial.
Se trata de un estilo cuyo nombre como ya se ha explicado en varias ocasiones y como ilustra la foto del artículo, deriva del inglés Shoe (Zapato) y Gaze (Mirar intensamente) y que tuvo su auge a principios de los 90 con bandas como Ride, My Bloody Valentine, Chapterhouse o Swervedriver.
Ahora llega la calma. Llega el momento de retomar el mando del programa y seguir con la decimosegunda temporada. Y tras la abrasada sónica del pasado finde, toca tomárselo con calma. Una calma engañosa, la del shoegazing. Ya se hizo un especial en los comienzos del programa y se hizo de nuevo otro hace apenas unos pocos años, pero el tema da mucho de sí.
Aunque muchas son las bandas que han sonado y algunos programas han tocado colateralmente, un documental genial llamado “Upside Down” sobre el sello insignia de la música independiente de los 80 y 90 en el Reino Unido Creation, ha hecho recordar el porque el Shoegazing y del Dreampop, dos subestilos nacidos del pop británico de los 80 en los que las atmósferas y la virulencia sónica sustituyeron a los sintetizadores como protagonistas del sonido.
Tercer volumen relativo a los estilos musicales, ese submundo que solo los musiqueros y “críticos musicales” se atreven a descifrar