Uno de los compañeros presos que iniciaron hace casi dos años la propuesta de lucha colectiva, Toni Chavero, envía estas reflexiones abiertas, dirigidas tanto a la gente de la está apoyando dentro como a la que lo hace desde fuera. Son de principios de este mes, pero vienen que ni pintadas a la situación actual, cuando se está debatiendo la posibilidad de una acción colectiva y coordinada, la huelga de hambre del próximo 1 de mayo, entre quienes están participando tanto dentro como fuera de las cárceles.
Cárcel de Villena (Alicante II), Aislamiento, noche del 3-III-21018
Salud y libertad a las personas que sencillamente están ahí, mirando de frente al enemigo, concienciadas del problema cárcel. Os escribo hoy lo que presiento y lo que pienso, como individuo y como miembro de una unidad combativa contra la Bestia-cárcel.
Hace unos días redacté unos textos que ni sé si han llegado a su destino, uno de ellos trataba de cómo luchar en las cárceles y eso es lo que vengo a deciros, a proponeros, o lo que sea.
Ante todo, pensad que esto es solo mi opinión y nada más que eso. A mi entender, para continuar lo que se retomó en 2015, hay que tener claro el sentimiento individual de que luchamos contra la injusticia y el poder de un Estado policial y capitalista, aunque concentramos la fuerza contra las cárceles, que son una consecuencia de dicho Estado. Creo que solo dos actos son los que tendríamos que tomar como algo esencial para lograr hacer algo. Lo primero, no tener ningún tipo de trato con las Juntas del Crimen Organizado, que tienen la cara dura de etiquetarse “de Tratamiento”. Lo segundo, no realizar ningún tipo de actividad esclavista. Solo centrarnos en la educación, el ocio, la cultura y el deporte. Todos lo demás, barrer, fregar, repartir la comida y todo lo que ya sabemos, dejarlo completa y absolutamente. Posicionadxs firmemente en estos cimientos, lo demás solo sería denunciar todo lo denunciable, enseñar a redactar escritos, quejas, denuncias y recursos a lxs presos que carecen de conocimientos en derechos, obligaciones y responsabilidades en las cárceles. Comunicar por qué luchamos, cfómo luchamos y qué pretendemos a corto, medio y largo plazo. Es decir, trasmitir el mensaje de presxs a presxs. Eso lo veo como una manera, un modo de preceder constante y, moralmente hablando, como una tarea casi “obligatoria”.
Sobre estas bases, ¿cómo actuaríamos cuando, por ejemplo, nos pegan a unx, ados o a lxs que sea? Lo primero denunciarlo ante el Juzgado de Guardia y de Vigilancia Penitenciaria. Una vez denunciado, comunicar lo que ha pasado, generar un diálogo, un debate. Lo siguiente, lógicamente, decidir qué acciones podemos realizar, sin poner en peligro nuestras vidas y sin buscarnos más causas que aumenten nuestras condenas. Y, finalmente, iniciar las acciones que se hayan acordado previamente. Paras poder ejercer una presión real, como miembrxs de una comunidad en lucha activa, es preciso comunicarnos entre nosotrxs y con las familias, con lxs abogadxs y con los grupos de apoyo a presxs, así como con las personas que individualemente nos apoyan de mil maneras.
Esa es la propuesta que os hago yo como individuo, y como individuo yo he sido el primero en equivocarme, actuando impulsivamente, sin reflexión ni propósito consciente, por desesperación. La impulsividad y la desesperación son nuestros peores enemigos. La desesperación nos arrastra a una completa falta de coordinación, en la que no podemos articular acciones, ya que no hay comunicación ni diálogo ni nada más que caos. Al final nos llega la crítica, la desunión, la incompetencia, la inutilidad como grupo que pretende luchar, la falta de sentido común y la falta de respeto a lxs demás compañerxs, presxs y “en libertad”. Porque nos pilla todo de sorpresa y no sabemos muy bien qué hacer. Y entonces todo gira en torno al individualismo, con afán de protagonismo incluido.
Dejo esta propuesta a diálogo, y repito que sólo es mi opinión. Si algunx quiere aportar, criticar, dialogar, añadir… lo que sea, ya sabe por qué vías puede hacerlo.
Yo he apoyado esta vez a lxs huelguistas de hambre ya lxs represaliadxs de varias maneras que creo ya sabéis. Ahora bien, os digo a todxs, dentro y fuera que, por mi parte, no apoyaré más actos que no sean comunicados, dialogados y puestos encima de la mesa. Me niego en redondo a ser partícipe de actos generados sobre la base de la “desesperación” y la “impulsividad”, porque no llevamos cuatro días luchando, llevamos años y, si vamos por ahí, estamos demostrando que no aprendemos ni queremos aprender. Creo que ahí fuera, las Familias Frente a la Crueldad Carcelaria, lxs abogadxs solidarixs, los grupos de apoyo que sí están ahí –no virtualmente, sino físicamente– nos están dando serias lecciones de cómo se combate, con unión y solidaridad y con un posicionamiento que para nosotrxs lxs presxs querríamos. Aprendamos a ser unx.
Un saludo libertario y un fraternal abrazo a lxs que de corazón estáis ahí, tanto dentro como fuera. Salud a todxs.
Toni Chavero Mejía
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