A cada cual su exilio (10-03-2017)

Barrio Canino | martes 22:00h

Publicado en Barrio Canino, el 10/03/2017.

Esta semana hablamos del exilio que sufrieron muchos españoles que fueron represaliados políticos por el franquismo tras la Guerra Civil. Un retrato del exilio a través de las historias de vida de cuatro personas: Martín Arnal Mur, Alejandro Finisterre, Enric Melich y Cipriano Mera.

En esta ocasión nos acompaña en el estudio Raimundo Soria, compañero de Onda Expansiva Burgos en un programa en el que traemos historias del exilio cargadas de rabia, de lucha por las ideas y por la supervivencia, y también de nostalgia por todo lo que quedó atrás, la tierra, la familia, los amantes…

Empezamos hablando de Martín Arnal Mur, que a sus 95 años sigue viviendo en Angües, su localidad natal, a pocos kilómetros de Huesca. Recogemos la charla de Martín en la que tuvimos oportunidad de participar en una de las Marchas de Homenaje a los Maquis en la localidad leridana de Montfalcó, organizada por el colectivo A Les Trinxeres de Lleida en junio de 2016.

Martín comienza su charla hablándonos de la revolución social que había comenzado antes de la Guerra Civil española. Él aún no contaba con 15 años cuando se formó el Consejo de Aragón y se constituyeron las colectividades, en las que él participó. Ahí empezó su lucha política, que le llevaría a combatir en el frente de Aragón y posteriormente en Cataluña, para finalmente exiliarse a Francia al finalizar la Guerra Civil. Allí siguió luchando, participando en la Resistance contra los nazis. Después de huir de los nazis durante 22 días, recorriendo 1.500 km a pie sigue luchando en el sur de Francia. Finalmente se integra en el Maquis y acaba formando parte de los grupos de infiltración que atraviesan los Pirineos adentrándose clandestinamente en territorio español para pasar personas al otro lado de la frontera francesa. Estos devenires le fuerzan a un exilio de más de 32 años durante los cuales no puede volver a territorio español. Al morir el dictador, regresa a Angües, su localidad natal, donde aún reside con su esposa. A sus 95 años aún nos cuenta que volvería a repetir todo lo que hizo en su juventud, pero mejor preparado.

Continuamos con la historia de Alejandro Finisterre, o Alexandre Fisterra. Gallego universal que se encontraba en Madrid estudiando el bachillerato cuando estalla la Guerra Civil. En un bombardeo cae gravemente herido y finalmente se traslada a un hospital en Montserrat (Barcelona) donde hay muchos otros chavales heridos. Al no poder jugar al fútbol a causa de sus heridas, Alejandro, inspirado por el tenis de mesa, inventa un juego de mesa basado en el futbol. Así es como inventa el futbolín. Un invento que se propagó rápidamente por multitud de países y del que poco beneficio sacó al perder la patente en su huida a pie a Francia durante la Guerra Civil. La vida rocambolesca de Alexandre Fisterra se retrata también en la novela gráfica “Fubolín”, de Alessio Spataro.

La tercera de nuestras cuatro historias del día está relacionada con Enric Melich. Entrevistamos a su nieto, Romain Melich, quien colaboró con su abuelo escribiendo las memorias de este, recogidas en el libro “A cada cual su exilio” publicado en castellano por Virus Editorial, y a quién hemos cogido prestado el título para este programa. Enric Melich sigue viviendo en el sur de Francia, a sus 91 años. Combatió contra la invasión nazi en Francia, y contra el franquismo en España. Directamente con las armas, o con el apoyo logístico que prestaba a los refugiados desde la Librería Española, que fundó en Perpignan y que durante años fue punto de paso obligado para conseguir todo tipo de cosas.

Y para terminar cerramos con Cipriano Mera. Un personaje conocido por su participación en la Guerra Civil española, comandando la 14ª división del ejército republicano, con la que conquistó una de las pocas grandes victorias militares de este ejército durante la Guerra Civil: la batalla de Guadalajara. Sin embargo, Cipriano también tuvo una larga historia de exilio donde tras librarse de una condena a muerte continuó su militancia anarquista en la CNT de París.

Deskarga

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